Sábado 10 / 20.30h / 2021
Caldes d’Estrac, Parque de Can Muntanyà
20€
El acto central del Poesia i + presenta este año tres nombres que demuestran la infinita diversidad de la poesía. Romperá el fuego Teresa d’Arenys, una de las grandes autoras del Maresme. Nacida en Arenys de Mar en 1952, ha cionstruido una obra incontestable, sin preocuparse por modas ni prisas, desde que en 1976 ganó el premio Amadeu Oller con Aor. También ha traducido Rilke, ha adaptado poesía tuareg al catalán y se ha adentrado en el ámbito de la novela. El conjunto de sus poemas, reunidos en Obra poètica (1973-2015) (2017), supone un compromiso profundo con la fuerza de la palabra para hacer alquimia de la realidad circundante y la convicción de que la poesía nos ayuda a mirar de otro modo.
Míriam Cano (Molins de Rei, 1982) publicó el año pasado Vermell de Rússia, destacado por muchos como uno de los mejores libros del año. Antes había publicado Buntsandstein (2013) y Ancoratge (2016), que, junto con su trabajo como traductora, la han situado como una de las voces indiscutibles de la poesía catalana actual. Sus poemas combinan una gran precisión del lenguaje, referencias culturales muy distintas —que hacen transitar los versos por entre vinilos y filmes— y una gran sensibilidad para destilar el presente en el poema. Ante el micro, Míriam Cano recita serena y con pasión, convencida del poder de la poesía y con el tacto del algodón; sin concesiones pero también sin gritos.
La tercera en subir al escenario será la poeta María Eloy-García (Málaga, 1972), la primera poeta en lengua castellana que recitará en la Nit de Poetes. Con libros como Cuánto dura cuanto (2007), Los cantos de cada cual (2013) y Los habitantes del panorama (2019), la poeta andaluza ha consolidado una voz muy particular en la que hace confluir filosofía, ironía, vida cotidiana y un verbo afilado: la suya es una poesía que sorprende con su descripción de los gestos de cada día desde una óptica personal e intransferible que tanto lleva a la reflexión como a la sonrisa, sin olvidar una conciencia social que no puede separar de su práctica como escritora. Sus recitales son incendiarios y joviales, y a la vez están lejísimos del optimismo banal.