8 de julio de 2023 / 21 h
Caldes d'Estrac - Parc de Can Muntanyà
18 eur
Este año hace 20 años que la Fundació Palau abrió las puertas en Caldes d’Estrac. Desde los primeros compases del centro, Josep Palau i Fabre quiso organizar recitales aprovechando el buen tiempo del verano, y de aquí nacería la Noche de Poetas, la semilla de la cual quiso hacer crecer el POESIA i +. De un organismo a otro, la poesía se ha ido esparciendo por el Maresme, que era uno de los grandes sueños de Palau i Fabre. Y hoy, como todos los años, la Noche de Poetas vuelve a presentar a tres autores muy distintos con trayectorias incontestables.
Teresa Pascual, nacida en El Grau de Gandia en 1952, ha ido construyendo una voz poética que la ha convertido en una de las poetas de referencia del País Valenciano. Con Flexo (1988), inicia una trayectoria que quedó recogida en el volumen El temps en ordre. Poesia reunida 1988-2019, publicado en 2020. Más recientemente, el año pasado, publicó Tot passa baix, que demuestra que aún necesita ir desnudándose y desnudando la palabra para atravesar los límites del decir.
El barcelonés Joan Vinuesa siempre se ha situado en los márgenes del sistema literario y en las intersecciones entre caminos, pues su escritura se expande hacia las artes plásticas y la música. Hace años que se autoedita los libros, a menudo con su propia caligrafía y cierto aire artesanal, y pese al silencio de las instituciones ha ido construyendo una voz propia, bregada en recitales y en la vida callejera, sin concesiones. Joan Vinuesa es un canto a la libertad y a la sinceridad, a la poesía como arma y como juego más que como plan de jubilación.
Pau Vadell (Calonge, Santanyí, 1984) es uno de los autores más activos y prolíficos de su generación y sobre todo uno de los grandes renovadores de la poesía catalana a principios del presente siglo, cuando fundó el colectivo Pèl Capell y coeditó la antología Pedra foguera, antologia de poesia jove dels Països Catalans. Con un verbo contundente, sin contemplaciones, curioso y enérgico, Vadell ha construido un mundo propio injertado de las voces más salvajes de la poesía mallorquina y proyectado hacia una realidad en transformación, que necesita que alguien la agite.